Ley de Viviendas Rurales Sostenibles

El 27 de diciembre se ha publicado en el Boletín la esperada Ley de Viviendas Rurales Sostenibles, comúnmente denominada Ley Virus. Si tenéis una finca de 6 ha o más, ya podéis haceros una casita (rural sostenible) by the face, con una licencia municipal.

 

El 11 de junio, tras comprometerse la Consejera de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, se remitió a diversos colectivos el nuevo texto del anteproyecto de la Ley de Viviendas Rurales Sostenibles (apodada Ley Virus por el impacto que tendrá sobre el territorio) para que en el plazo de diez días presentasen sugerencias. Este plazo finalizó el pasado viernes 22 de junio.

El nuevo texto, aunque introduce pequeños cambios con respecto al documento que se conoció hace unos meses, sigue manteniendo el mismo objetivo, permitir la construcción indiscriminada de viviendas, en parcelas de 6 ha en suelos rurales, desvinculadas de cualquier actividad y eludiendo todos los procedimientos de control sobre la viabilidad ambiental y urbanística de las mismas.

La Plataforma Antivirus, formada por colectivos de: urbanistas, ecologistas, sindicatos, partidos políticos y profesores universitarios, apodaron a la nueva norma Ley Virus, por la similitud entre el efecto letal de la dispersión residencial por el territorio, con la infección celular de un virus. Miembros de esta Plataforma han presentado sugerencias al borrador del anteproyecto pidiendo su retirada. La nueva norma resulta contraria a numerosos principios constitucionales, de la normativa básica del Estado, directivas europeas, etc. Además, supone un grave impacto para el medio ambiente, no beneficia en nada a la economía local, muy al contrario suponer un lastre para la misma al condenar a la desaparición las actividades propias del suelo rural, supone un retroceso en las condiciones higiénico-sanitario de las viviendas y, por tanto, un riesgo para la salud pública y ambiental.

El profesor Hernández Aja, Director del Departamento de Urbanística de la Escuela de Arquitectura de Madrid afirma que “el tipo de vivienda que propugna el borrador, resulta contradictorio con las condiciones de calidad ambiental que debe cumplir una vivienda digna: un entorno social complejo, la accesibilidad a dotaciones y equipamientos, y el mandato de la ley del suelo estatal de garantizar que su implantación es acorde con un modelo de sostenibilidad ambiental basado en el no consumo de suelo natural”.

Actualmente la Plataforma Antivirus desconoce el procedimiento que seguirá la Consejería para asegurar a quienes han participado la toma en consideración de las sugerencias, así como los mecanismos y plazos para conocer los motivos y consideraciones en los que se base el texto final del anteproyecto, incluyendo la información relativa al proceso de participación pública.

La ley Virus (Ley de viviendas rurales sostenibles) o la casona asesina, son algunas de las denominaciones que ha recibido el nuevo ataque en forma de ley, que el Gobierno regional de Madrid está a punto de perpetrar contra lo que queda del medio rural madrileño.

Por qué constituye esta ley una amenaza global al territorio y a la ciudadanía?

1. Porque se destruirá la reserva de suelo rústico (actualmente se denomina no urbanizable), dando paso a un uso privado del territorio, eliminándose espacios naturales (ecosistemas y hábitats) que son imprescindibles para la vida y la supervivencia.

2. Porque al desaparecer, de manera irreversible con este territorio, desaparecerá también su potencial para implantar actividades económicas, ligadas a la creación de un mercado de alimentos local, tanto en producción como en consumo. Este es uno de los sectores de economía, salud y ecología, que se potencia desde los movimientos sociales, porque nos hace independientes (soberanía alimentaria) del negocio del mercado global de agrotóxicos, que está ahora en manos de un puñado de multinacionales y cuyo negocio se basa en apoderarse de los medios de producción y del control de un bien básico para la supervivencia (nuestra alimentación). Es decir, este territorio que se destina o podría destinarse a la producción de alimentos desaparecerá.

3. Porque es una medida más de desregulación de los mecanismos legales de protección de los bienes de la ciudadanía, que permite el expolio indiscriminado y la destrucción de lo que es imprescindible para el desarrollo de la vida, el espacio natural.

4. Porque tiene un potencial similar a una bomba racimo, de casitas a mansiones, a turismo rural de lujo, a instalaciones de y para élites económicas. Su carácter viríco invadirá otras delimitaciones administrativas y se reforzará con virus similares aparecidos en otras comunidades autónomas. El territorio quedará listo para nuevos casinos, instalaciones pseudodeportivas (campos de golf, etc.) con complejos hoteleros y spas, matanzas disfrazadas de caza deportiva … Y todo lo que se nos ocurra que puede ir en una ley de acompañamiento de los presupuestos generales o a golpe de decretazo.

5. Porque es un ataque a la función social que deben cumplir tanto la ordenación como el desarrollo del territorio y la ocupación del suelo, dirigidos hasta ahora por los poderes públicos. Se deja de lado el interés general y se utilizan las instituciones públicas para controlar y decidir la actuación sobre el territorio (a golpe de ley), en beneficio de lo que podemos denominar lobbys o mafias de intereses particulares.

6. Porque elimina todos los controles administrativos, de forma que será más fácil construir una mansión de 900m2 que una nave agropecuaria de 100m2 (estas casas no estarán sujetas a ningún control administrativo, ni siquiera municipal). Pero aunque no tengan obligaciones sí tendrán derechos, porque si el monte se quema hay que prestar auxilio primero a las personas y a sus propiedades y luego al monte (esta lógica viene de unos planes de protección civil diseñados en un territorio donde las poblaciones están agrupadas, no dispersas y sin control). Y teniendo en cuenta que el riesgo de incendios aumenta de manera exponencial con la presencia humana aunque sea por causas accidentales…

7. Porque tendremos un territorio lleno de vertidos, farolas, pistas pseudo asfaltadas y tráfico de vehículos… Unos jardines llenos de especies alóctonas (no adecuadas) tanto en fauna, como en flora, con consecuencias irreversibles para la biodiversidad.

8. Porque se privatiza el espacio natural y se ponen puertas y cercados al campo para restringir el uso público. Los propietarios tendrán sus propios vigilantes privados, pero ¿quién les controlará a ellos?

9. Porque tendremos un empleo local tipo “Los Santos Inocentes” de Miguel Delibes.

Y aunque esto parece más un cuento de terror que un resumen de la mesa informativa que se desarrolló el pasado miércoles 7 de noviembre presentada por la Plataforma contra la Ley Virus, si dejamos que esta ley se apruebe, sólo nos quedará contemplar el fatídico fin de nuestro territorio rústico.